Hace doce días que todo es esto: abuela!!! abuelo!!!
Qué palabras, qué nombres; mirá que tengo un buen nombre, buenos apelativos, títulos, sin embargo esta vez el título es impagable.
Estoy muy cansada,
muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho más que mucho...¿quedó claro?
pero empezaría otra vez de la misma manera.
Paseamos, jugamos, contamos cuentos,
buscamos tesoros-piedras en el bosquecito-, cocinamos pizza, jugamos con masa,
practicamos lectura, estudiamos,
hicimos "hormiguitas", lavamos ropa,
miramos pelis-Poko y Adriana-,
desayunamos tarde, charlamos, contamos proyectos...
¿parece poco como para no estar cansados?
Y el miércoles partimos raudamente a la city porteña para el bautismo y cumple del más pequeño: Francisco, alias Toto, el enanito de ahora pues los otros crecieron.
El domingo pasado en un almuerzo de jubilados un concejal barilochense, Francisco De Cesare, contaba con orgullo que cinco hijos ya le han dado trece nietos y que su motor actual son ellos.
Me quedé pensando en el número, trece, muchos. Pero él con una sonrisa aclaró:"nunca son muchos para iluminar mi vejez"...con letra de tango y todo.
Están por partir y ya las lágrimas me inundan, aunque estoy fundida y Alfredo más, cuánto los vamos a extrañar bombones del alma.