jueves, 15 de enero de 2009

Desde el 30 de noviembre hasta ahora pasaron tantas cosas que me apena el no haberlo registrado: la visita de Viole, las fiestas en Buenos Aires, la llegada de Mary y Emilio, el encuentro con María chiquita, el viaje a Chile...en fin, todas cosas lindas pero de las que no puedo agregar fotos pues aún no sé cómo hacerlo.
Pienso cobrarle a mi gordito para que me enseñe a pasar bien las fotos y a tener mi galería como Diego. Esa sí que me gusta, mucho...muchooooo, desde allí los sigo y los miro cada vez que la extrañeza me corroe, cuantas fotos lindas que además son postales.
En estos días de verano estamos muy ocupados y entretenidos con el jardín; realmente no es una obligación sino un placer y ahora que descubrí una manera de trabajar agachada sin fatigarme, más.
Es que en el invierno se hacen tan largos los días con el viento, la lluvia, la nieve y el frío que ahora es cmo si dijeramos que el cuerpo y la mente piden el estar con la naturaleza, afuera, al aire libre, como para llenarse de luz, calor, sol, vida.
En los próximos días llegan Lety y Pablo con los chicos; el 25 de enero viene por fin la tía Piba y de yapa Susy...y el 14 de febrero llegan Mimo y Noe. En el medio voy a la pileta y a gimnasia dos veces por semana...de todo. Esto es lo que se llama un verano con ritmo.
En el invierno vendrían la Churra y Diego con sus medias naranjas y quizá alguna sorpresa más.
Ahora sí que estamos de parabienes y con el hotelito lleno.