Y pensar que cuando no esté porque vuelve a Buenos Aires con sus papis, como es lógico, voy a sentir un vacío que ni me imagino.
Su presencia le dio a esta casa la categoría de hogar pues hasta ahora, linda y arregladita, era una casa más; con Viole se bautizó porque entró en la categoría de " Casa vivida ": el living es una carpa, mi dormitorio un comedor, la cocina un chiquero, abrís una alacena y cae un lápiz o un fantasma, el auto es el depósito de paseos...ahora sí que está linda.
"Abu...", vení quedate conmigo, no quiero, no, no no...es su monosílabo preferido. Juega, como todo chico, permanentemente y no hay modo de lograr que se adhiera a algo de una. Me mira con los ojos chiquitos y me pone a prueba: "¿qué decís?"
La leche calentita y la comida fríiiiiiiiiiiiiiiia, los zapatos abajo de la cama y los pies descalzos, la nariz con mocos y los panuelos abajo de la almohada. "Yo sola"...vos dejame, vení quedate conmigo, abuuuuuu....
Cuando a la noche por fin se duerme no puedo evitar acordarme de muchos momentos en que mis hijos quedaban con mi mamá y cuando yo regresaba de trabajar, ella me miraba con los ojos en la nuca; le preguntaba cómo había ido todo y con una sonrisa me decía invariablemente: ¡¡¡ bárbaro !!!
Ñata, Ñata...te llegó la venganza, sin embargo estoy feliz de que mis hijos te hayan querido tanto y de que ahora me cuenten secretos que tenían con vos.
Eras una genia, sí con todas las letras.
Viole, cuando hizo algo que me obliga a retarla me retira la palabra y me dice que está enojada porque la trato mal. Cuando se le pasa me mira con ojos dulces y me dice: Te quiero tanto, tanto...
Sí, como todos los nietos es la vida nueva que nos da aire y felicidad.
Su presencia le dio a esta casa la categoría de hogar pues hasta ahora, linda y arregladita, era una casa más; con Viole se bautizó porque entró en la categoría de " Casa vivida ": el living es una carpa, mi dormitorio un comedor, la cocina un chiquero, abrís una alacena y cae un lápiz o un fantasma, el auto es el depósito de paseos...ahora sí que está linda.
"Abu...", vení quedate conmigo, no quiero, no, no no...es su monosílabo preferido. Juega, como todo chico, permanentemente y no hay modo de lograr que se adhiera a algo de una. Me mira con los ojos chiquitos y me pone a prueba: "¿qué decís?"
La leche calentita y la comida fríiiiiiiiiiiiiiiia, los zapatos abajo de la cama y los pies descalzos, la nariz con mocos y los panuelos abajo de la almohada. "Yo sola"...vos dejame, vení quedate conmigo, abuuuuuu....
Cuando a la noche por fin se duerme no puedo evitar acordarme de muchos momentos en que mis hijos quedaban con mi mamá y cuando yo regresaba de trabajar, ella me miraba con los ojos en la nuca; le preguntaba cómo había ido todo y con una sonrisa me decía invariablemente: ¡¡¡ bárbaro !!!
Ñata, Ñata...te llegó la venganza, sin embargo estoy feliz de que mis hijos te hayan querido tanto y de que ahora me cuenten secretos que tenían con vos.
Eras una genia, sí con todas las letras.
Viole, cuando hizo algo que me obliga a retarla me retira la palabra y me dice que está enojada porque la trato mal. Cuando se le pasa me mira con ojos dulces y me dice: Te quiero tanto, tanto...
Sí, como todos los nietos es la vida nueva que nos da aire y felicidad.