lunes, 2 de noviembre de 2009

LOS TICKETS ...


Conjugar el verbo "catar" es un poco complejo y en algunas personas resulta gracioso, sin embargo de eso se tratan los próximos 50 días: vamos a "catar" los abrazos, las risas, los cumpleaños, las comidas ricas, los regalos, los encuentros familiares, la suavidad del trato, pero sobre todo la predisposición de los empleados de la aduana.
¿Lograré entrar en la Madre Patria sin problemas?...tengo al día y renovado el papeleo y lo que se necesita pero aún caben dudas pues cada día nos desayunamos de algo nuevo: ahora parece que si no se tienen los "tickets" nada parece real; sí, en el mundo de la intenet ellos no la aceptan y dudan de todos los trámites que no se acrediten con los ticickets de empresa.
Olalá, galleguitos, que me parece que vosotros estáis meando fuera del tarro.
En fin, otro capítulo de espera.

Esa mala palabra...

¡¡¡ Suegra !!!
Cada vez que escucho sobre el tema siento un escalofrío en la espalda, porque no sólo lo soy una sino cuatro veces. Es algo que resulta escalofriante pero real.
Son tantas las leyendas al respecto que los chistes y chanzas que circulan llenan libros, revistas, escritos y publicaciones de todo el mundo.
Tratar de ser abierta, comprensiva, paciente con sus pensamientos, a sus ideas, el estilo propio que cada uno y una tiene para encarar la vida dado que estamos entre personas, es primordial a la hora de pensar sobre el tema.
Sin embargo algo más encierra la reflexión y el encuentro entre ambos: suegra y nueras-yerno. Compatimos la vida misma, los anhelos y las esperanzas; y habiendo nietos también el estilo de crianza, la educación, los límites...ese algo roza además el respeto y el límite claro que debe haber entre ambos.
Sin duda nosotras también tuvimos nuestras ideas y pensamientos, bien personales, a la hora de fundar una familia y muchas veces en discrepancia con los adultos de nuestra generación. Lo que siento que faltó fue esa distancia cariñosa y cómplice que sabiendo de nuestra juventud e inexperiencia nos dejara vivir con los principios que estábamos sentando, y justamente ello es lo que me esfuerzo por aplicar ahora.
Claro que conmigo la distancia es real ya que 1600 kilómetros no son moco de pavo y ponen cada cosa en su lugar, pero igual esa distancia se acorta con llamados, urgencias y necesidades que cada uno asume según su estilo y eso es lo que hace la diferencia.
Espero que ser suegra tantas veces no rompa el encanto de haber agrandado la famila y tener ocho hijos en lugar de cuatro, que de eso se trata.
¡¡¡ Queridos todos, besos distantes y muchos mimos !!!