domingo, 26 de diciembre de 2010

¡¡¡ Feliz Navidad !!!

Estamos descansando de la fiesta de celebración de la navidad, acabamos de llegar a la casa de María, muy fría, desde Vitoria y estamos tratando de "hacer la digestión" después de tres días comiendo manjares, bebiendo licores caseros, vino riojano, cava y champagne...pero sobre todo llenándonos de los sabores, colores y olores familiares que en enero dejaremos atrás por largo tiempo cuando regresemos a Argentina.
Todo fue nada más que una excusa y cada uno aportó a la fiesta su ser único, algunos fueron artífices de la cocina y otros de la conversación pero todos difrutamos del encuentro, de los otros, de lo invalorable que significa encontrarnos y brindarnos.
Hacía muchos años que no compartíamos esta parte de la vida con los entrañables y sus afectos españoles.
Hacía mucho que soñábamos con esta fiesta y este brindis.
Pero sobre todo hacía mucho, mucho que necesitábamos del amor de Jesús para demostrarnos a nosotros mismos que esta vida es posible, que es posible compartirla y sobre todo que es posible la distancia y el amor, y que la familia que creamos es indestructible a pesar de los avatares de la vida.
Unos, los porteños, esta vez distantes, durante todo el año nos dieron muestras de afecto entrañable; estos, los madrileños, otra vez nos dejaron entrar en sus corazones. Todos somos Fernandez Peychaux.
¡¡¡FELICIDADES CHURROS!!!